Hoy en día usamos nuestro teléfono inteligente como si fuese una cámara de fotos profesional, aunque si entramos en comparaciones, una Nikon D500 gana por knockout frente a la cámara de nuestro móvil, pero eso no quita que nuestro iPhone nos salve en numerosas circunstancias en el que necesitamos capturar los momentos que más nos interesan.
Por eso para algunos es necesario combinar las características de una cámara convencional con las de un móvil y es ahí en donde entra Miggo.